La boda del año. O de los últimos años y posiblemente venideros. O ya puestos: la boda del siglo. Al menos eso es lo que ha parecido. Nos hemos enterado todos de todo: de la historia de amor y desamor, de las idas y venidas, del “sí, quiero”, de los preparativos, del lugar, de la ceremonia, del vestido y del traje, de las joyas, de los invitados, de los regalos, de la Luna de Miel… Sí, hablamos de esa boda. La que tienes en mente. La que estás pensando: el gran día de Tamara Falcó e Iñigo Onieva.
Y, ¿por qué os hablamos de ellos? Primero porque seríamos los únicos en no hacerlo, y al final esto es un blog de bodas y alianzas. Y segundo, porque queremos hacer una nueva entrada sobre las pedidas de mano y los protocolos. Y si de protocolo se trata… ¡La boda de la Falcó es de obligada mención! En este caso hablamos de una petición de mano de manera formal a la que acudieron 26 invitados, todos ellos cercanos a la familia. Pudieron disfrutar de un exquisito menú y una celebración por todo lo alto. Uno de los momentos más esperados fue la entrega de regalos: la aristócrata obsequió a su prometido con un exclusivo reloj, y él le correspondió con una pulsera, seguro que única en su especie. Discursos, música, comida… ¿Y su anillo de compromiso? Os lo dejamos pinchando aquí: son tres diamantes, dos unidos y uno que hace las veces de solitario en un elegante diseño abierto.
Pero, ¿cómo es una pedida de mano para el común de los mortales? ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos celebrarlo? ¿Hay un protocolo aunque no seas hija de la Preysler? Empecemos por el principio:
Pedida de mano. ¿Esto se sigue haciendo?
Suena a los tiempos de nuestros tatarabuelos, pero, ya sabéis que el pasado siempre vuelve, y en la actualidad esta celebración se está convirtiendo de nuevo en todo un imprescindible. Hoy, la pedida de mano a la que estamos acostumbrados es a esa que se hace en la intimidad de los novios. Sin embargo, es cada vez más común celebrar esta noticia con la familia y amigos más cercanos, aunque con un objetivo diferente: antes se realizaba para pedir el consentimiento al padre de la novia, y hoy se hace para compartir un momento especial.
¿Cuándo se debe hacer la pedida de mano?
Lo más habitual es organizarla cuando se haya iniciado la organización de la boda y ya se haya comunicado la gran noticia a los seres queridos (sobre todo, invitados). Os aconsejamos realizarla en una fecha no demasiado cercana a la boda. ¿Os imagináis el estrés? Llegados a este punto os recordamos que en este momento ya deberíais tener compradas (mínimo, decididas) vuestras alianzas de boda. Si pincháis aquí os enseñamos nuestro catálogo. No os preocupéis si leyendo esto caéis en que aún no las tenéis y faltan días contados para la gran cita. Tenemos un amplio catálogo de alianzas con envío en 48 horas. ¡Preciosas!
¿Cuál es el protocolo?
¿Debemos vestir de manera especial? Dado que se supone un evento formal, (y si es una pedida de mano tradicional) los hombres deben ir con traje oscuro o, en su defecto, camisa, blazer y zapatos; y las mujeres con vestido de fiesta o cocktail. No es necesario ir de largo, puedes optar por un vestido casual que te haga lucir formal. Os dejamos también por aquí este enlace con vestidos de pedida ideales.
Este será un momento idóneo para enseñar a tus amigos y familia ese Anillo solitario en oro blanco de 18k y diamante, Modelo Ibiza. Para hacerlo, podemos elegir una ceremonia en casa (normalmente en la de la familia de la novia) para lo que es fundamental contratar un catering. Hace tiempo os hablamos de uno de nuestros preferidos: La Srta. Scott. Completamente casero. También podemos hacerlo en un restaurante, con un menú sencillo pero de calidad, preferiblemente que sea cena.
El discurso de la pedida de mano.
Uno de los momentos más importantes. El novio es el que abre los discursos de pedida de mano en la ceremonia, ya que es él quien tiene que pedir la mano de la novia. La estructura del discurso puede ser la siguiente: presentación y agradecimientos, motivos para contraer matrimonio (una declaración de amor en toda regla), planes de futuro y petición formal. Podemos enseñar entonces a nuestros seres queridos esa Sortija de Oro Blanco Modelo Lisboa. Un anillo precioso que les dejará a todos boquiabiertos.
¿Quién más debe hablar en una pedida de mano tradicional? Normalmente los padres y también la novia. Esta vez con un discurso más corto.
IMPORTANTE: No olvidéis un buen vino para el brindis.
Nuestra mayor recomendación es que el evento no sea un momento más de estrés en la organización de vuestra boda, que lo disfrutéis y que todo fluya. Y, cómo no, escuchar por primera vez eso de: “¡Qué vivan los novios!”
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