Nos metemos en la sala de cine de Oro Alianzas. Hemos escogido las butacas VIP porque el momento lo merece. Hemos comprado una grande de palomitas para compartir, porque todo lo compartimos. Bueno, todo no. Uno es de Zero, otro de Zero, Zero. La peli empieza. Un clásico donde los haya: ‘Una mente maravillosa’. Jennifer Connelly da vida a Alicia Nash,R ussel Crowe a John Forbes. ¡Menudo cerebrito! Hasta al romanticismo quiere ponerle cifras y hacerlo con ecuaciones. Tal es así que le pide a Alicia un dato empírico sobre el amor que siente ella hacia él. ¿Difícil respuesta? No para ella:
-¿Cómo es el universo?
-Infinito
-¿Cómo lo sabes?
-Lo sé porque los datos lo indican.
-Pero no se ha demostrado.
-No.
-No lo has visto.
-No.
-Y, ¿por qué estás seguro?
-No lo sé, pero creo en ello.
-El amor es igual.
¿Sabrá él responderle a su siguiente pregunta?
-Ahora, la parte que no sabes es si yo quiero casarme contigo.
Momentazo tremendo que le da la vuelta al romanticismo cinematográfico, ese de la pierna levantada y el beso intenso antes del ‘The End’ típico. Nosotros pensamos que para culminar la escena debería aparecer una sortija de oro blanco de 18k modelo Sofía que seguramente le encantaría a Alicia, aunque John se hiciera cientos de preguntas sobre aleaciones y diamantes.
¡Se ha visto de todo en tema de pedidas de mano! Aún así nos seguimos sorprendiendo con algunas… ¡A ver qué os parecen a vosotros!
La pedida de mano más original de la historia.
Dicen que no hay otra igual ni más original, y ya que estamos cómodos en la sala de cine, vamos a quedarnos aquí un ratito más. Nuestro protagonista es Lee Loechler, un director de cine y ‘bromántico’, o así se define en sus perfiles en Redes Sociales. Lo que iba a ser una noche romántica con su pareja, típico viernes de cine y estrenos, se acabó convirtiendo en toda una cita viral. En mitad de la peli comenzó a proyectarse ‘La Bella Durmiente’; esa escena cuando el príncipe besa a la princesa despertándola de su largo letargo y le pide matrimonio. Pronto, nuestra inocente novia, se da cuenta de que los protagonistas son ellos mismos en su versión animada. El príncipe lanza un anillo al aire que traspasa la pantalla y es el mismo Lee quien se arrodilla haciendo la gran pregunta.
Aquí cerramos el telón con un Solitario de Oro Blanco de 18k modelo Oslo; un ‘sí, quiero’ irresistible para la pareja de Lee, ¡incluso para la mismísima Bella Durmiente!
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Anillo solitario en oro blanco 18k y diamante modelo Dublín458,00€
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Solitario Oro Blanco 18k modelo Roma668,00€
Destinos para una pedida de mano diferente
Hemos hecho un viaje por la imaginación para conocer los mejores lugares para hacer una pedida de mano original y diferente. Muchos nos suenan: “París, Ooh La la”. Pues sí, pero no. ¡Vamos a ver unas ideas!
Empezamos, por supuesto, por la ciudad del amor. Llevar a nuestra pareja a París para pedirle matrimonio es el típico tópico de las hincadas de rodilla, pero en este caso no vamos a elegir la foto por antonomasia. Nos olvidamos de la Torre Eiffel un momento y nos vamos a la azotea del Terrass Hotel en Montmartre, con unas vistas espectaculares, sobre todo al atardecer. Un Solitario Oro Blanco de 18k modelo Viena puede ser el ideal para iniciar nuestra gran pregunta.
De París, ¿a Roma? ¡Vamos allá! Podríamos elegir la Fontana di Trevi, al estilo ‘Vacaciones en Roma’, o las escaleras de la Plaza de España; incluso el Coliseo Romano. Sin embargo, pedirle a nuestra pareja matrimonio rodeados de turistas puede romper la magia del momento. El Jardín de los Naranjos, en la cima del Monte Aventino, es un lugar ideal para organizar un pequeño picnic, descorchar una buena botella de vino italiano y sacar nuestro Soliario de Oro Blanco 18k modelo ¡Roma!
Nos vamos ahora a Bélgica. Si hay un lugar en el mundo que pueda convertir una pedida de mano en un cuento de hadas, ese es Brujas y el ‘Lago del Amor’, con leyenda incluida. Dicen que viene su nombre de una joven llamada Minna que murió de amor al no poder estar junto a su amado. Se cuenta que si caminas por el puente que atraviesa el lago y besas a tu pareja, el amor durará para siempre. Podemos terminar la historia con un Solitario de Oro Blanco 18k modelo Amberes, que viene muy al caso.
¡Cruzamos el charco! Nueva York… No hace falta subir al Empire State -aunque ya que estamos en New York…- para hacer una buena pedida de mano; sin embargo, seguimos buscando lugares íntimos. No queremos salir en los Instagram de los turistas de medio mundo. Podemos elegir el puente Bow Bridge, rodeado de naturaleza y con vistas al lado, un lugar especial en plena Gran Manzana.También desde el Brooklyn Bridge Park con una vista excepcional del Puente de Brooklyn y el Skyline de Manhattan. Nueva York merece echar un vistazo a todo el catálogo de Anillos de Compromiso para poder elegir el ideal.
‘Cuando Harry encontró a Sally’ le dijo algo así como: “Te quiero cuando tienes frío estando a 21º, te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo; adoro la arruga que te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco…”
¡Nos da igual donde sea la pedida!
Mientras sea así…